Por esta razón, no creemos en el mito de que ir al dentista duele y luchamos por convencer a nuestros pacientes de que esto no es así. Tanto en los procedimientos como en las fases posoperatorias, nos encargamos de que el paciente no sienta dolor en ningún momento, independientemente del tipo de intervención o cirugía que se le haya realizado.
Los procedimientos con sedaciones conscientes con los que trabajamos nos permiten ser precisos en la realización de nuestro trabajo, aprovechando al máximo el trabajo que realizamos en el tiempo que dura el efecto de la misma. A su vez, permite que los pacientes asistan a esta intervención sin soportar ningún tipo de dolor o molestia. En este sentido, también nos gusta no solo aislar el dolor, sino minimizar el miedo y la ansiedad que puede producir el hecho de tener que someterse a procedimientos odontológicos.
En el caso en el que algún paciente disponga de unas condiciones específicas que limiten la forma de actuación a lo largo del tratamiento, disponemos de convenios hospitalarios para ayudarnos tanto en la intervención como en el posoperatorio.
Si necesita algún tratamiento especial durante o después, no dude en consultar con nosotros sus opciones de intervención, alojamiento o vigilancia. Nos encantará poder adaptar todos nuestros servicios a su caso en concreto, como queremos hacer siempre con cada uno de nuestros pacientes